BUQUES HERÓICOS


11221641_1641538822770426_2175775193060319174_nEl “Glorioso” fue un navío de línea de la Real Armada Española de dos puentes y 70 cañones, que en el año de Señor de 1747 protagonizó una travesía heroica, desde el puerto de La Habana a las costas españolas, comandado por Don Pedro Mesía de la Cerda.
En el verano de 1747 zarpó con un cargamento de cuatro millones de pesos en monedas de plata, en solitario. La travesía se sucedía sin incidentes hasta que avistaron la isla de Flores, en las Azores, siendo a partir de ese momento
cuando el “Glorioso” tubo que mantener hasta 3 ataques consecutivos en una misma singladura.imageEl primero de ellos, en las aguas portuguesas de las Azores, se sucedió con la fragata inglesa “Lark” y el navío de 60 cañones “Warwich”. Tras una noche de combate continuado, la fragata fue hundida y el navío ingles sufrió graves daños en su arboladura, por lo que tuvo que ceder ante el “Glorioso”, que continuo singladura hacia el puerto de El Ferrol.
Pero cuando el 14 de agosto el navío español avistaba el cabo de Finisterre, fue interceptado por otra flotilla inglesa de patrulla por las costas portuguesas, perteneciente a la escuadra del almirante Byng, compuesta por ‘HMS Oxford’, armado con 60 cañones, al que apoyaban la fragata ‘Shoreham’ y la corbeta ‘Falcon’, sometiendo entre los tres a un fuego continuo al buque español.image
Tras tres horas de intercambio de hierro y metralla, la mayor potencia y habilidad de los españoles hizo retroceder al ‘Oxford’. En ese momento le tomaron el relevo al “Oxford” la fragata y la corbeta, pero el Capitán español pudo eludir el combate, entrando en el puerto de Corcubión el 16 de agosto, donde puso a salvo su preciado y “codiciado” cargamento. El buque español, después de dos combates con hasta 6 barcos enemigos, presentaba serios daños que necesitaban de reparación en astillero, por lo que una vez desembarcada su carga, y efectuadas reparaciones de emergencia, zarpó rumbo a los astilleros de El Ferrol. Pero los vientos contrarios y una mar embravecida obligaron a Don Pedro Mesía a poner rumbo a Cádiz, a pesar de la posibilidad casi certera de tener nuevos encuentros con escuadras enemigas. Esto sucedió cuando dos meses después del inicio de su heroica singladura, ya entraban en el último tramo y viraban el cabo de San Vicente, donde de nuevo el bravo navío español fue interceptado por una escuadrilla de cuatro fragatas comandada por el corsario George Walker y conocida como la Royal Family, que sumaban 120 cañones y casi mil hombres. La primera en alcanzar al “Glorioso” fue la “King George”, que en un primer intercambio de fuego perdió su palo mayor. Tras tres horas de combate se le sumó la ‘Prince Frederick’. El navío español conseguía mantener a los dos buques ingleses “a ralla”, hasta que también llegaron a situación de combate la ‘Duke’ y el ‘Princess Amelie’. Ante la clara situación de total desventaja, el bravo Don Pedro Mesía decidió realizar una honrosa retirada, pero la escuadra inglesa emprendió la persecución, que dada la mayor rapidez y maniobrabilidad de las fragatas, hizo de la “Prince Frederick”, la más rápida, volviera a dar alcance al bravo navío español. La tripulación española, aunque extenuada, se dispuso a presentar batalla, poniéndola rápidamente a su favor; hasta que por por barlovento apareció el navío británico ‘Darmouth’, sumando sus 50 cañones al fuego de la fragata, lo que hacía suponer la capitulación del Capitán de la Cerda. Este, dado ya a los combates desiguales, y lejos de pensar en arriar bandera, concentró toda su artillería en el navío, al que consideró el más letal, acertándole a la santa bárbara, por lo que el “Darmouth” voló por los aires, perdiendo a más del 90 por ciento de su tripulación. Cuando ya parecía que definitivamente el “Glorioso” podría recuperar rumbo y finalizar felizmente su difícil travesía, un nuevo e imponente navío Ingles de tres puentes y 80 cañones, el “Russell”, se unió a la ya maltrecha fragata “Prince Frederick”, sometiendo a 12 horas ininterrumpidas de combate a dos bandas al buque español que, totalmente desarbolado, sin munición que disparar y con 33 muertos y 130 heridos, el 19 de octubre no tuvo más remedio que arriar pabellón y entregar el barco a los Ingleses.images
Los británicos, con ese sentido del honor tan arraigado, trataron a la tripulación española con todos los honores, reconociendo el valor de todos ellos y la hazaña de su barco. No en vano, el ‘Glorioso’ se había enfrentado a cuatro navíos y siete fragatas, dañando seriamente a todas y cada una de ellas. El buque español fue trasladado al estuario del Tajo, en Lisboa, pero no encontraron en sus bodegas ningún botín que celebrar.

4 comentarios sobre “BUQUES HERÓICOS

  1. Me encanta la historia y leyendo este relato sobre «El Glorioso» me he sentido como si estuviera viviendo el momento que relata. Ánimo y sigue publicando estas historias porque en mí tendrás una fiel lectora.

    Me gusta

Deja un comentario